Premio de Poesía
V edición
La poeta canaria Ana Perez Cañamares y el navarro Luis Garde Iriarte, ganadores del quinto premio de poesía Blas de Otero-Villa de Bilbao
La quinta edición del Premio de Poesía Blas de Otero-Villa de Bilbao ha recaído, por unanimidad, en la obra «Las sumas y los restos» de la escritora canaria afincada en Madrid Ana Pérez Cañamares. En la modalidad de euskera, el premio ha sido para el poemario «Maizter arrotza» de Luis Garde Iriarte. El certamen ha batido esta edición su record de participación, con un total de 468 trabajos presentados en castellano y 15 en euskera, frente a los 241 y 13 en cada una de las dos modalidades, en 2011.
El jurado del certamen internacional ha destacado precisamente, el hecho de que sólo cinco años después de su creación, el premio se haya consolidado como uno de los certámenes más valorados y concurridos del panorama literario, con la participación más alta de su historia. Asimismo, han destacado la variada temática de los poemarios presentados, así como la alta calidad de los libros seleccionados como finalistas. Por último, subrayan el hecho de que tanto en medios escritos como en internet se refieran a este como
«uno de los concursos literarios más fiables e independientes de la actualidad’:
La entrega de galardones tuvo lugar el día 11 de enero, en el Salón Árabe del Ayuntamiento de Bilbao, con la presencia del alcalde Iñaki Azkuna, e Ibone Bengoetxea, concejala de Cultura y Educación y presidenta del jurado, además de otros miembros del tribunal y las personas premiadas en esta última edición.
Junto a Sabina De la Cruz, Presidenta de la Fundación Blas de Otero y viuda del poeta a cuya memoria está dedicado este premio literario, los escritores José Fernández de la Sota y Juan Carlos Mestre y el crítico literario Juan José Lanz han ejercido como miembros del jurado en la modalidad de castellano.
«Las sumas y los restos» es, según la valoración del jurado, un poemario sobre las tormentas y naufragios diarios escrito en tono realista y crítico en el que, junto a la descripción de un presente difícil, se suceden numerosos hallazgos líricos que ayudan a iluminar las zonas más sombrías y, a menudo, más olvidadas de la realidad. «Escribo palabras como barandillas’; dice la poeta en unos versos que podrían servir como guía de unos textos comprometidos en los que no deja de brillar la esperanza.